En la actualidad, poseer sistemas de seguridad es la solución más eficaz para mantener alejados a ladrones y atacantes de tu hogar. Gracias a la tecnología, a día de hoy, no sólo puedes protegerte a ti y a los tuyos con alarmas de seguridad, también puedes comprar distintos tipos de cámaras de vigilancia muy eficientes y económicas. En este post, te enseñamos cuáles son y qué necesidades satisface cada uno. De esta manera, podrás hacerte con el sistema que mejor se adapte a tu vivienda.
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¿En qué aspectos técnicos para cámaras de seguridad tengo que fijarme?
Quieres hacerte con el producto de seguridad que mejor se adapte a tu casa o negocio, ¿no? En ese caso, antes de comprar una cámara de vigilancia, es fundamental que conozcas sus especificaciones técnicas:
- Resistencia: ya que hay tipos de cámaras de seguridad para interior o exterior.
- Conexión: existen cámaras de vigilancia WiFi, analógicas (por cableado) o wireless (IP).
- Calidad: es decir, si su imagen presenta baja o alta resolución.
- Visión: la cual puede ser nocturna, diurna o ajustable.
- Zoom: mecánico o digital (de menor calidad).
- Movimiento: es decir, si su ángulo de visión es fijo o si puede moverse (en 180º o 360º).
- Activación: puesto que puede grabar constantemente o activarse por sensores.
- Enfoque: puede contar con enfoques predefinidos, grabar únicamente un plano o ser automático.
- Alimentación: si posee fuente de alimentación de emergencia o no en caso de que se vaya la luz.
- Acceso remoto: hay algunos tipos de cámaras de vigilancia que pueden controlarse desde una aplicación.
- Métodos de almacenamiento: en videograbador DVR o NVR, en una microSD o en la nube.
Tipos de cámaras de seguridad
En la actualidad, el mercado proporciona una inmensa variedad de posibilidades. Atendiendo a las funciones y capacidades que acabamos de mencionar, éstos son los distintos tipos de cámaras de vigilancia que puedes comprar:
Cámaras para interior
Las cámaras de interior son las más comunes del mercado. También son las más económicas, ya que no requieren de los mecanismos y protecciones que sí necesitan las cámaras exteriores, puesto que no van a soportar temperaturas tan altas o tan bajas.
Por norma general, lo que se demanda de una cámara de seguridad interior es que sea discreta y pequeña.
Normalmente, tendrá un objetivo gran angular, el cual puede vigilar un amplio campo visual en el lugar que se quiere proteger.
Cámaras para exterior
Las cámaras exteriores están diseñadas para usarse en zonas al aire libre y, por lo tanto, son creadas para soportar diferentes condiciones climatológicas: lluvia, viento…
Lo habitual es que una cámara para exterior sea más cara que una para interior, ya que cuenta con una carcasa protectora para resultar más resistente.
Un consejo: si vas a comprar cámaras exteriores, comprueba que tengan ciertas certificaciones IP por parte de la IEC, la Comisión Electrotécnica Internacional. Concretamente, IP66 o IP67, puesto que éstas garantizarán su resistencia ante distintos climas. Mayoritariamente, soportarán desde los -30°C hasta los 60°C. Pero es posible encontrar modelos más especiales, capaces de mantener su rendimiento incluso con temperaturas superiores.
Cámaras con movimiento y zoom
¿Cuándo se requiere de los tipos de cámaras de vigilancia con zoom y movimiento? Cuando se tiene un espacio de gran superficie. Habitualmente, existe una central de seguridad en la que alguien se encarga de monitorizar y controlar las cámaras.
Estas cámaras más modernas y robóticas cuentan con distintas funciones de movimiento: inclinaciones, giros, y zoom.
Cámaras de infrarrojos o visión nocturna
Estos tipos de cámaras de seguridad se instalan, evidentemente, en lugares de escasa iluminación.
Generalmente, sirven para grabar durante toda la jornada, pero, por la noche, se activan sus infrarrojos de manera automática. Lo que da lugar a la típica imagen en blanco y negro que ya habrás visto en muchas partes. Por ello, suelen ser las más caras del mercado.
Son empleadas como cámaras de videovigilancia en instalaciones de sistema CCTV. Estas siglas aluden al circuito cerrado de televisión con el que se supervisan varias actividades y ambientes en los que componentes se encuentran enlazados entre sí. Con estas instalaciones se pueden visualizar las imágenes de una o más cámaras y guardarlas desde un solo monitor.
Cámaras ocultas
También son conocidas como cámaras espía, puesto que permiten vigilar un lugar pasando completamente inadvertidas. ¿Cómo se consigue esto? Colocándolas en el interior de algún objeto como, por ejemplo, enchufes, detectores de movimiento, sensores de humos, etc.
Cámaras analógicas
Las cámaras analógicas funcionan con videograbador (DVR) y no cuentan ni con comunicación IP ni WiFi. ¿Qué significa esto? Que necesitan un cableado que las conecte hasta un aparato físico para grabar lo que sucede. Su protocolo de comunicación puede ser variado, pero normalmente es: TVI, AHD o CVI.
La señal analógica acepta una calidad máxima de imagen de 720p. Por lo que su resolución y su ampliación píxeles de imagen grabada es menor que las de una cámara sin cables. Sin embargo, también resulta más barata que una de esta clase.
En resumen: para escoger una cámara conectada a un DVR por cable, debes revisar que los protocolos de comunicación sean iguales o, al menos, compatibles.
Cámaras IP
Las cámaras IP se conectan directamente a la red para mostrar la imagen que graba. En la actualidad, son las más usadas y demandadas del mercado, ya que son más fáciles de instalar que las analógicas y puedes visualizar sus grabaciones desde el móvil, desde un portátil o desde una tablet.
Por lo tanto, su mayor ventaja es que se trata de un dispositivo de videovigilancia que permite consultar las imágenes en tiempo real y a distancia, gracias a su conexión con una dirección IP de Internet.
Puedes comprar una cámara de seguridad IP con especificaciones técnicas de uso normal, para hogares, o más avanzadas, para un consumo más profesional.
Cámaras WiFi o inalámbricas
Las cámaras WiFi no requieren de cableado a un aparato físico. Habitualmente, incorporan una batería que les permite funcionar y transmiten las imágenes que captan mediante WiFi.
Suelen instalarse dentro de casa, por ejemplo, para poder echar un ojo a cómo están tus hijos si te has ido fuera. Toda una tranquilidad la que ofrecen, ¿no te parece?
Diferencia entre una cámara IP y una cámara WiFi
Una cámara de vigilancia WiFi siempre es una cámara IP, pero una cámara IP no tiene por qué ser una cámara WiFi.
Explicado de forma más sencilla: las cámaras IP se conectan directamente a la red, y esto se puede hacer bien por WiFi o por cable ethernet. ¡Atención! No obligatoriamente a Internet. La instalación también puede ser acometida con una red local. Aunque, generalmente, estarán conectadas a Internet, ya que así podrán verse sus imágenes desde cualquier lugar.
Cámaras antivandálicas
Las cámaras antivandálicas se colocan en espacios con mucho tránsito de público, puesto que son zonas vulnerables a robos y agresiones.
Estos tipos de cámaras de seguridad están montados sobre una carcasa, la cual es fija y resistente. ¿Dónde suelen emplease? En vías públicas, almacenes, parkings, discotecas, etc. En resumen, cualquier lugar exterior que se encuentre muy concurrido.
Cámaras todo en uno
Pero… ¿tienes que limitarte a elegir un único tipo? Lo cierto es que no. Gracias a los avances tecnológicos, los modelos de cámaras que puedes comprar en una tienda se han abaratado notablemente, por lo que han ido añadiendo diversos elementos para que puedan ofrecer más funciones.
Es decir, en la actualidad puedes hacerte con cámaras tanto interiores como exteriores y que a su vez usan WiFi para ser monitoreadas mediante Internet, ya sea desde tu ordenador o tu teléfono móvil. En resumen, que a día de hoy puedes hacerte con una instalación de videovigilancia tan compleja como gustes. Ventajas del siglo XXI.
Otras clasificaciones de cámaras de seguridad
No obstante, todavía podemos hacer más clasificaciones de cámara de vigilancia. Como, por ejemplo, las que mostramos a continuación:
Cámaras convencionales
Éstas pueden ser cámaras de caja o box, las cuales son grandes y cuentan con diferentes lentes. Sirven para interior.
También están las cámaras bullet o tubulares, que son pequeñas y poseen iluminación infrarrojos. Están pensadas para los exteriores. Pueden instalarse tanto en el techo como en la pared, puesto que traen un soporte de la instalación para ambos sitios.
Cámaras domo
Las cámaras domo son semiesféricas, se colocan en el techo y ofrecen una visión unidireccional. En contraposición a una cámara domo convencional, también puedes hacerte con una cámara domo PTZ. Éstas pueden girar hasta 360º en horizontal y 180º en vertical.
Cámaras cubo o cube
Estas cámaras de seguridad presentan un aspecto de cubo y no incorporan lente. La cual deberás implantar para que funcione sin problemas. Pueden protegerse con carcasas especiales para esta clase de cámaras.
Otras cámaras de seguridad
También pueden encontrarse más clases de cámaras de vigilancia, por ejemplo, las cámaras virtuales 360º, las cuales pueden tomar una sola imagen de toda la estancia. También están las cámaras discretas, que son bastante pequeñas y fáciles de ocultar en cualquier zona.
¿Cómo instalar una cámara de seguridad?
Si vas a instalar una cámara de vigilancia, antes debes conocer un par de recomendaciones sobre cómo hacerlo correctamente:
- Evita ponerla frente a una fuente de luz directa, ya que esto provocaría contraluces. Hablamos de ventanales, escaparates, focos, lámparas, etc.
- Evita los sitios con escasa o ninguna iluminación, a no ser que compres cámaras de visión nocturna. Puedes plantearte instalar luces adicionales para mejorar las grabaciones.
- Si la iluminación va a ir variando, te aconsejamos usar cámaras con lente auto-iris, para que se adapten a la luz de forma automática.
Conclusiones: ¿Qué tipos de cámaras de vigilancia comprar?
Ahora ya conoces los tipos de cámaras de vigilancia que existen. Así que, para terminar, ¿cuál debes escoger? Básicamente, tendrás que planear correctamente qué necesitas, para saber tanto qué zonas vigilar como cuál es tu presupuesto económico. Éstas son las preguntas clave que tienes que hacerte:
- ¿Qué funciones necesitas?: únicamente alejar a intrusiones o requieres también de sistemas de emergencias médicas, de alarmas anti okupas, de control de entradas para personas, etc.
- ¿Qué tipo de control requieres?: que sólo tome imágenes o también deseas visualizar lo que sucede en tiempo real mediante tu móvil u otro dispositivo.
- ¿Cuáles son las debilidades de tu casa?: evalúa qué accesos necesitan vigilancia: ventanas, puertas, cochera, balcones, etc.
- ¿En qué lugares puedes instalar las cámaras?: debes considerar qué espacios requieren de un plus de seguridad o no. Por ejemplo, hay zonas por las que se puede acceder a tu vivienda, pero no tienen nada de valor. Como puede ser una casa de jardín que utilices de almacén o un garaje independiente.
- ¿Cuántas personas viven en casa? Si sois muchos convivientes, es aconsejable que la instalación, activación y desactivación sea lo más práctica posible para no crear un caos. ¿Alguna idea? Mandos a distancia, teclados, sistemas que funcionen por voz, aplicaciones móviles, etc.
- ¿Cuál es la calidad de imagen de la cámara?: cuanto mayor sea, mejor. Así que te aconsejamos que sea HD 1080P.
- ¿Qué grado de actuación necesitas?: dicho de otra manera, cómo quieres que se te avise en caso de robo o allanamiento. SMS, alarma sonora, etc.
- ¿Qué compañías de seguridad existen?: investiga a cuáles puedes recurrir, como Prosegur o Securitas.
Y con esta información podrás elegir el sistema de videovigilancia que más te convenga de acuerdo a tus necesidades y preferencias.