¿Cuántas horas podemos llegar a pasar delante de un ordenador? Lo cierto es que demasiadas, por eso ha ido apareciendo una nueva clase de sillas más confortables y sofisticadas: las ergonómicas. Descubre los tipos de sillas ergonómicas que hay en el mercado y cómo elegirlas para así cuidar de tu postura en el día a día.
¿Qué es una silla ergonómica?
Cuando se desea comprar una silla ergonómica significa que se quiere tener una silla que preserve la posición natural de tu columna.
La característica principal de estos tipos de silla frente a los tradicionales reside en la cantidad de ajustes que ofrecen, siendo capaces de adaptarse a la forma de cada usuario persona, procurando descanso postural. Clave si tienes una oficina en casa.
¿Para qué sirve una silla ergonómica?
Pasar demasiadas horas sentado con la misma postura te provocará infinidad de problemas de espalda. Por ejemplo, si tu espalda no se encuentra recta, podrías sufrir microroturas y traumatismos. Una silla ergonómica te ayudará a prevenir los riesgos de estar mucho tiempo en sentado, ya que permite una adecuada sujeción de la espalda y los muslos.
En pocas palabras, las sillas ergonómicas evitan muchas patologías y lesiones relacionadas con el sedentarismo, ya que no permiten malas posturas.
Beneficios de usar una silla ergonómica
Los efectos positivos de tener una silla ergonómica son muy variados:
- Tener la cabeza y el cuello totalmente rectos, con los hombros relajados.
- Mantener la posición natural de las curvas de tu columna.
- Una mejor digestión, ya que el aparato digestivo no está oprimido.
- Desaparición de tensiones musculares y, por tanto, de dolores.
- Reducción de la tensión de la columna y mayor estabilidad para la pelvis, dado que el peso descarga sobre las rodillas y las pelvis, en lugar de en el sacro.
- Una mejor respiración, porque los pulmones y el diafragma se encuentran relajados.
- Tener los pies los pies apoyados sobre el suelo o un reposa-pies, procurando mayor comodidad.
- Aliviar la presión sobre los vasos sanguíneos de los muslos, lo que evita el entumecimiento de las piernas, las varices y los pies fríos.
- Mayor libertad de movimiento, ya que las rodillas no quedan ni encajadas contra el asiento de la silla ni demasiado alejadas de él.
Ente otros muchos beneficios que dan lugar a una mejor postura de nuestro cuerpo mientras estamos sentados.
Características de una silla ergonómica
Ya hemos visto que tener una silla ergonómica adecuada, capaz de ajustarse a tus necesidades, puede ser de gran utilidad. ¿Pero qué características deben poseer los distintos tipos de sillas ergonómicas?:
Respaldo reclinable
Entre las ventajas de las sillas ergonómicas, está el hecho de poder adaptar su respaldo. Es decir, fijarlo en función de la postura que se quiera adoptar es posible. Por lo que la forma natural de la columna vertebral siempre quedará recogida y apoyada, para así no sobrecargarla de peso.
El respaldo ha de ser regulable en distintos puntos de inclinación, para no frenar el balanceo en los momentos de descanso. Cabe destacar que algunos tipos de sillas ergonómicas incorporan memoria de posición del respaldo, para no tener que ajustarlo cada vez, que se usa.
Altura del asiento regulable
La altura de la silla ergonómica también puede ser ajustada, para transferir el peso corporal a mediante la zona posterior a la altura de los glúteos, en lugar de a los muslos.
Su altura debe dar lugar al correcto respaldo de los hombros y la cabeza, de forma que se eviten futuras molestias. Ya que la altura de una silla no debe ser igual para una persona de casi 2 metros que para una de 1,50. Una silla demasiado baja acabará afectando a la zona lumbar, mientras que una demasiado alta a los músculos y las vértebras.
El asiento de tu silla ergonómica debe permitir que tus pies estén siempre en pleno contacto con el suelo y que las rodillas formen un ángulo de 90º. De esa manera, no se sobrecargarán tanto las piernas.
Diseño ergonómico
Por supuesto, una silla ergonómica ha de poseer un diseño que se adapte a la forma de tu cuerpo, pues esto es lo que impide que la espalda adquiera poses incorrectas mientras estás sentados. El diseño ergonómico permite que el cuerpo se ajuste a su postura natural y profiere un soporte indicado para el cuello y la espalda.
Brazos ajustables
Otra condición que las sillas ergonómicas deben cumplir es que sus brazos sean ajustables en altura y ángulo. De esta manera, éstos podrán ajustarte a ti sin problemas. Estos brazos deben ser resistentes, tener un ancho adecuado y encontrarse a una altura natural. Todo esto hace que tus brazos puedan descansar, acumulando menos tensión en esta parte del cuerpo.
Sistema sincro
El mecanismo sincro de las sillas ergonómicas garantiza inclinar el respaldo hacia atrás en sintonía con el movimiento de la base del asiento. Esto ayuda a que todo tu cuerpo se mueva de manera sincronizada.
Tapizado y materiales transpirables
La falta de transpiración de los materiales de una silla puede hacernos estar incómodos. Por esa razón, es fundamental que el respaldo de las sillas ergonómicas esté hecho con materiales absorbentes y transpirables, de tipo malla o rejilla. Así, disminuye tanto la sensación de calor como el exceso de sudoración.
También resulta relevante el tipo de espuma con el que están fabricadas las sillas. Las inyectadas garantizan más calidad porque pasan más tiempo sin deformarse y pueden ser rellenadas de nuevo sin necesidad de desarmar la silla o retirar la tapicería.
Superficie cómoda
Una silla ergonómica debe contar con una superficie de reposo que sea suave y confortable, con bordes redondeados para que no te hagas daño. Muchas vienen tapizadas con espuma sintética de rigidez variable, para procurar más comodidad.
Base para una mayor facilidad de movimiento
Por último, las sillas ergonómicas han de poseer una base sólida y patas resistentes con ruedas pivotantes, lo que confiere mayor libertad movimiento, algo que se agradece si tienes un escritorio grande.
La base de la silla estará conformada por 5 ruedas, lo que permite una mayor comodidad ante los desplazamientos y los cambios de postura. Algunas sillas dan la opción de cambiar el tipo de ruedas con distintos niveles de dureza para ajustarlas a diferentes suelos.
Tipos de sillas ergonómicas
En la actualidad, puedes comprar distintos tipos de sillas ergonómicas en el mercado:
Sillas ergonómicas en función de los tipos de respaldo
El respaldo se trata de una de las partes más importantes de una silla ergonómica, dado que debe adaptarse a nuestra espalda y suponer un apoyo en la zona lumbar:
- Las sillas ergonómicas con respaldos basculantes son beneficiosas para ciertos momentos del día. Aunque si estás sentado muchas horas, deberás buscar una con respaldos sincronizados, para que el asiento se mueva adelante o atrás. Estos ayudarán a evitar que ni la columna ni el abdomen se compriman.
- También existen respaldos con diferentes alturas. Aunque siempre aconsejamos que su tamaño sea suficiente para cubrir toda la espalda como mínimo.
- Asimismo, hay modelos que añaden un reposacabezas en la parte de arriba, lo que hace que las vértebras de la zona dorsal descansen y previene la columna sufra una torsión excesiva.
- Por último, habría que mencionar que existen sillas ergonómicas de rodillas o sillas ergonómicas sin respaldo. La silla ergonómica de rodilla se trata sin duda de un objeto peculiar. Su apariencia llama la atención por carecer de respaldo, lo cual hace que puedas adoptar una posición a la que no estarás acostumbrado. Ésta cuenta con dos apoyos, el trasero y las rodillas (en lugar de la espalda).
Sillas ergonómicas con brazos y sin brazos
También existen sillas ergonómicas con o sin brazos. Pero aquellas con reposabrazos son más recomendables, dado que disminuyen la tensión que se siente en los codos, los omoplatos y la espalda. Asimismo, mantener los brazos apoyados libera la carga de los discos invertebrales, lo que permite una posición más saludable.
Sillas ergonómicas con pelotas de ejercicio
Las sillas ergonómicas con pelotas de ejercicio son un tipo de asiento que permitirte hacer distintas clases de ejercicios para relajarse y modelar y fortalecer el cuerpo.
Taburetes con forma de sillas de montar
Hay que destacar que existen taburetes ergonómicos con aspecto de silla de montar. Éstos poseen un asiento en forma de triángulo que ayuda a la pelvis a mantener su posición neutral. Para que no resulte incómodo, debes tener en consideración el contorno adecuado del taburete. Si es estrecho, puede causar presión. Y, si es ancho, una inconfortable expansión en las caderas.
Estas sillas ergonómicas de montar reducen el esfuerzo de la zona lumbar. Sin embargo, hace que los abdominales hagan uno mayor. Para combatir este problema, se aconseja elegir una silla de montar con respaldo.
Sillas ergonómicas antiestáticas (marcado ESD)
Existen sillas ergonómicas que están construidas con materiales antiestáticos, para reducir la electricidad estática. Las sillas con función antiestática deben contar con un marcado ESD (descarga electrostática). ¡Presta atención a las ruedas! Éstas son necesarias para poder eliminar la electricidad estática.
Sillas ergonómicas dependiendo de su función
Dependiendo de su función, las sillas ergonómicas pueden ser preventivas o paliativas:
- Sillas ergonómicas preventivas: previenen dolencias cervicales, lumbares, en los brazos, en la espalda, etc.
- Sillas ergonómicas paliativas: son la que se recomiendan cuando el dolor ya se ha producido. Esta clase de asientos se puede ajustar totalmente para tratar la molestia específica. Se basan en el principio 2pp, dos puntos de articulación localizados cerca de las rodillas y de la cadera, para procurar una postura erguida y aliviar la tensión.
Es decir, habrá que distinguir cuál es tu estado antes de comprar una silla u otra.
Pasos para elegir una silla ergonómica
Antes de comprar una silla ergonómica, debes probarla. Prueba a sentarte en ella y comprueba sus funciones y regulaciones. Es la mejor manera de ver si se ajusta a ti y a lo que necesitas. ¿En qué deberás fijarte cuando lo hagas?
- Altura. Has de poder ajustar el asiento, el respaldo y el reposabrazos a tu altura y complexión.
- Apoyo lumbar. La silla que compres tiene que serte cómoda para esa zona.
- Estabilidad. La silla tiene que ser estable al contar con un apoyo en estrella.
- Respaldo reclinable y basculante. El respaldo no sólo tiene que permitir su ajuste en vertical, también hacia delante y hacia atrás.
- Facilidad de movimiento. La silla debe girar y desplazarse sin problemas.
- Confort del asiento y sus materiales. Debes comprobar que estás cómodo sentado y que los materiales de la silla son transpirables.
- Los reposabrazos han de poder ajustarse.
Estos son los aspectos que deberás tener en cuenta a la hora de hacerte con una silla ergonómica.
Consejos para escoger sillas ergonómicas
En conclusión y a modo de resumen, para elegir una la silla ergonómica no sólo hay que mirar el presupuesto, sino comprar el modelo que mejor se ajuste a tu complexión y físico. Por ello, te aconsejamos:
- Comprobar que la silla te permite libertad de movimiento.
- Ver si te resulta cómoda (aunque no en demasía).
- Verificar el asiento posee una constitución sólida y estable.
- Averiguar si el tejido, además de transpirable, es hipoalargénico.
- Revisar si tiene relleno suficiente, ni mucho ni poco.
- Mirar que el asiento proporcione una posición saludable, pero que permita estar en movimiento continuo.
Sabiendo esto, podrás hacerte con los tipos de silla ergonómica que mejor se adapten a ti. Ya conoces la importancia de la ergonomía en las sillas de oficina y de casa.
